La obra comienza con un personaje, Osvaldo, que intenta contarle a Ana, su esposa, el encuentro que ha tenido ese día con otra mujer. A partir de ese momento, la situación crece con él queriendo compartir con ella ese sentimiento tan importante y ella no queriendo que su marido siga adelante alegando, entre otras cosas, que es su esposa, no un amigo. A pesar de todo, Osvaldo insiste, hasta plantear, inocentemente, la posibilidad de vivir los tres juntos con el argumento de que después de tantos años de casados y habiéndose ido ya los hijos, resolverían, por un lado, el problema de soledad que tienen como pareja y, por otro, el de aquella mujer, que también se encuentra sola. Imprevistamente aparece Magda, la otra mujer, quien, invitada por Osvaldo, viene a festejar su cumpleaños en la casa de ellos dado que no tiene con quien hacerlo. Ante la resistencia y exasperación de Ana frente a su presencia y a la propuesta, deciden atarla a una silla, la amordazan y amenazándola con una aguja de tejer tratan de convencerla, exaltando la necesidad de compañía y la solidaridad, de lo beneficioso que sería, también para ella, vivir los tres juntos. En un momento, Ana logra que la liberen, se apodera de la aguja y pasa a perseguirlos a Osvaldo y a Magda. La acción se desarrolla en un juego incesante donde van cambiando quienes amenazan y cuestionan a los demás hasta llegar a un final en el que, después de expresar, los tres, sus miedos y sus deseos, se disponen a festejar juntos el cumpleaños.
La obra intenta plantear el conflicto entre los deseos del hombre, sus pasiones, y las estructuras culturales que no le permiten expresarlos y vivirlos, obligándolo, en cambio, a ocultarlos.
También trata de cómo la posibilidad de la pérdida del afecto de un ser querido o la desesperada necesidad de compañía pueden transformar a la persona más generosa y, aparentemente, más inofensiva, en alguien capaz de llegar a situaciones límites de violencia con el fin de retener al otro o de no sentir la humillación y la angustia de ser abandonado y, en definitiva, el miedo a la soledad.
Jorge Dubatti
“Comedia negra de Eduardo Rovner”
“Un triángulo de convivencia entre la ley y las fuerzas del deseo”
“Compañía encarna el conflicto entre la ley y el deseo. Así lo ha explicado alguna vez su autor, Eduardo Rovner: “En Compañía aparece algo que está en casi todas mis obras: el conflicto entre las fantasías o las pasiones del hombre y las estructuras que intentan ceñir sus sueños”. La estructura es, en este caso, la institución matrimonial, con su estatuto consuetudinario de deberes y derechos. Rovner imagina una quiebra de dicho estatuto por la apertura de una pareja tradicional hacia un extraño, muy especial menage a trois, cuyo fundamento de valor no radica en el impulso sexual sino en la necesidad de acompañar y sentirse acompañado. Rovner lo justifica filosóficamente: “ En mis obras me gusta jugar con la posible ruptura (de las estructuras) porque creo que hay una tendencia inevitable en la historia de la humanidad: la de la lucha permanente entre las leyes y las pasiones del hombre. Las pasiones humanas hacen que las leyes se rehagan y las nuevas formulaciones de las leyes vuelven a ceñir las pasiones intentando reordenar el caos”. Este es el trasfondo problemático de Compañía, que trabaja constantemente la tensión entre la ingenuidad del planteo de Osvaldo (la posibilidad de que él, su esposa Ana y la recién, apenas conocida Magda puedan vivir juntos), como expresión rotunda de la naturaleza pura y brutal de la fantasía, y la violencia del enfrentamiento del deseo con las estructuras culturales. El choque genera una mezcla de horror y risa, estallidos de comedia negra que Rovner maneja con notable firmeza de oficio dramatúrgico.”
Domingo 19 de Julio, 20.00 hs.
EPA - Espacio Por el Arte - Israel 88.
Precio anticipada: $50
Contactos: espacioporelarte@gmail.com / 0291-154198768 - 156-485756
Elenco:
Fernanda Valle
Victoria Lopata
Pablo Fiordelmondo
Dirección: Paola Gimenez y Sebastian Berenguer.