Por Juan Sasturain
Ya pasó.
La ciudad es como un plano
de nuestras decepciones y fracasos.
Muertos de frío, duchos en ocasos,
hasta el final, aguardamos en vano.
Fue lo que quiso ser, no fue distinto
de lo que han querido en otros casos
estos mismos porteños cuyos pasos
parecen elegir el laberinto.
Aquí,
la gente temerosa espera
que un zorro,
que un zorro,
de la noche a la mañana
le cuide y limpie el gallinero.
le cuide y limpie el gallinero.
Vana ilusión,
que los junta a la ligera.
No los une el amor sino el espanto.
Será por eso que les temo tanto.
No los une el amor sino el espanto.
Será por eso que les temo tanto.
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